¿Sabes de dónde viene la expresión, «Una y no más, Santo Tomás»?
Yo tampoco.
Después de una experiencia más que cuestionable hace muchísimos años con el yoga (más bien un día… una clase) he encontrado algo que creo nos va a reconciliar.
(Mis intentos online durante la pandemia no cuentan)
Le he dado una segunda oportunidad a que nos llevemos bien una técnica de yoga que acabo de conocer y que durante una hora me ha obligado a relajarme a pesar que mientras me hablaban mi cabeza estaba haciendo la lista de la compra, el texto de entrega del martes y la lavadora de ropa blanca que acaba de todos los colores.
De la importancia de la conexión con tu negocio te hablo en la newsletter que te llega mañana con el odioso lunes, pero a una hora tan buena que ya ni cuenta como lunes.
No te voy a hablar de yoga, solo ha sido una clase, aún no doy mucho de sí, pero sí de las ideas que rondan por la cabeza cuando se tiene un proyecto y que no se ponen en práctica porque una vez salió mal.
Las de veces que hay que repetir… una y dos…
Mañana. Lunes. Newsletter. Storytelling y ventas: copywriting
𝘗.𝘋.: He leído que una hora de esta técnica de yoga equivale a cuatro horas de sueño. Si consiguen que sea 20 minutos, que me apunten ya.