Si hay algo que aprendes con la edad, y con algunas profesiones, es a respetar el reposo, y no me refiero a la siesta, que también.
Para que unas croquetas salgan bien la masa debe estar antes en reposo.
Y para que algo que escribes salga bien, antes debe estar en reposo.
Esto fue una de las primeras cosas que aprendí cuándo comencé a escribir redacción publicitaria. Ehhhh ¿dónde vas con tanta prisa?, escribe y déjalo reposar.
Hace unos días leí en un correo que devoro casi a diario, que esto del reposo tiene una explicación.
«…al escribir se activan las zonas de emisión del lenguaje, ejecución y organización de movimientos… el cerebro destina más recursos a la parte «creativa» que a la parte «ejecutiva», por eso lo primero que escribes suele estar plagado de errores.»
Modo productivo: Escribir.
Modo efectivo: Editar
Si es que lo explican tan bien que da gusto.
La importancia de esta espera te puede traer consecuencias inesperadas, casi siempre buenas. De como fastidiar algo tan importante como es el escaparate de tu negocio también.
En el próximo email te cuento como hasta los proyectos más originales (y este lo es) se van al traste por una mala comprensión.
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𝘗.𝘋.: La newsletter que leo casi a diario porque es clara clarinete, informa y se lee en un pis pas es, Tu cerebro al desnudo. Y para el storytelling, copywriting y ventas, no hay nada como conocer como funciona el cerebro en las ventas.