El storytelling y ella

Ella, sus 1.90 de altura enfundada en un hábito negro y las ganas de que aprendiera tuvieron la culpa.

Ella me enseñó que a través de las historias se consigue conectar y unir puntos como un hilo lleno de nudos.

Ella me enseñó, señalando con un gran dedo largo y huesudo, dónde se encontraba el pasillo que llevaba hasta un mundo repleto de ideas y ganas de saber más, la biblioteca del colegio.

Y yo, más chica que un tapón y con ojos como platos mirando semejante garfio, iba hasta allí sin rechistar.

Ella me enseñó que las historias crean un conflicto emocional en el cerebro que hace que el mensaje se retenga en tu cabeza y que no sea fácil de olvidar.

Ella fue mi Jorge Javier Vázquez. A ella le hubiese encantado Instagram y su storytelling.