Nunca he hecho una limpieza de suscriptores.
Algo importante cuando tienes una gran lista suscrita a tu newsletter es sanear como quién hace cambio de armario.
Abres la puerta del armario, sacas dos pantalones, tres faldas, una chaqueta, y comienzas a pensar el tiempo que llevas sin usarlas.
Te da pena deshacerte de ellas, es que son bonitas, pero no te las pones nunca.
Así que acabas probándotelas para zanjar el tema.
La falda te cabe en un brazo y la chaqueta te hace parecer el increíble Hulk, cuidado con el botón que estalla y te da en todo el ojo.
¿En qué momento de tu vida cambió tu cuerpo?
Si ya no las utilizas ¿qué hacen ocupando sitio en el armario?
Los expertos en marketing recomiendan que si tienes suscriptores que nunca abren tus correos, hagas lo mismo que con la ropa del armario.
Si no abren nunca no son tu potencial cliente, ¿para qué los quieres ahí ocupando espacio?
Hay un libro que me está durando más de la cuenta, y es a propósito, porque cada página es oro.
En uno de los capítulos habla sobre la 𝗺𝗮𝗴𝗶𝗮 𝗽𝗼𝗿 𝗰𝗼𝗿𝗿𝗲𝗼 𝗲𝗹𝗲𝗰𝘁𝗿𝗼́𝗻𝗶𝗰𝗼: 𝗰𝗼𝗺𝗼 𝗻𝗼 𝘀𝗲𝗿 𝗶𝗴𝗻𝗼𝗿𝗮𝗱𝗼 𝗻𝘂𝗻𝗰𝗮 𝗺𝗮́𝘀.
Explica la irritación tan grande que da que te ignoren, porque que te rechacen es malo, pero que te ignoren es aún peor.
Así que el siguiente paso a esta molesta ignorancia a tus emails sin leer es enviar un correo de seguimiento, pero resulta que… silencio en el campo. Tampoco da resultado.
Llegado a este punto es el momento de la verdad, porque yo no lo he probado, pero a mí sí que me lo han hecho.
Solo en el espacio en una sola frase
Así lo explica Chris Voss en tan solo una línea de asunto del último (penúltimo) email, además lo compara con algo que hemos hecho todos los que tenemos hijos y no quieren salir del dichoso parque de bolas.
Yo hasta se lo decía al perro cuando no se quería mover, no del parque de bolas, pero porque no sabía que existía.
«Vale, yo me voy» y comienzas a alejarte.
Si no tienes un crío, o un perro, más testarudo que tú, normalmente te seguirá, porque nadie quiere sentirse solo, abandonado, solo en el inmenso espacio de un tema que tu potencial cliente tiene interés y no controla, por eso está suscrito a tu newsletter, quiere seguir recibiendo tus emails porque son la cuerda atada de su cuerpo al cohete, que es el servicio que le proporcionas en cada email.
Si ya no eres su cuerda, se dará de baja. Has dejado de ser la chaqueta que te sentaba tan bien hace años, ahora esa chaqueta necesita otro nuevo cuerpo.
Si no es así, volverá a abrir, volverá a leer, sigue teniendo interés, sigue siendo tu potencial cliente.
Todo este proceso obtiene resultados porque tu negocio ya cuenta con una lista de suscriptores. Porque ya utilizas uno de los sistemas de ventas que mejores resultados da, el email marketing.
¿Te interesa saber como funciona? Te lo pongo con el mejor ejemplo, enviándote un email cada semana. Dale al botón y únete al club del email marketing, storytelling, copywriting y ventas.
P.D.: Tengo un familiar que llegó a meterse en el parque de bolas para sacar a su hijo invadido por el espíritu de Roky contra las puñeteras bolas en la pelea final de la película. Un poco más y el parque acaba con más gente de seguridad que bolas.